La sostenibilidad del sistema sanitario español sigue siendo, a pesar de los numerosos estudios e informes publicados desde los años 80 al respecto, un gran tema de debate. El informe Funding the Gap. El futuro del sistema sanitario: ¿será posible financiar el sistema y reducir las desigualdades en salud?, llevado a cabo por Antares Consulting y Esade incide en las necesidades financieras del sistema y concluye que se duplicará el gasto sanitario en 2025.
Según los autores del estudio, entre los puntos clave de la sostenibilidad del sistema destacarían los siguientes: una política fiscal adecuada, encaminada a recaudar los recursos que el sistema necesita; el análisis a nivel colectivo sobre las prioridades del gasto público para determinar hasta qué punto la sociedad desea invertir en salud; un análisis crítico sobre la cobertura del sistema y las mejoras en la gestión del coste de los procesos de asistencia sanitaria. Sin duda son aspectos con un peso específico importante, pero en el estudio no se plantea nada relativo a la formación. Y es una cuestión que no puede obviarse
¿Qué pasa con la formación?
La formación en el ámbito de la prevención de la salud es sin duda el pilar fundamental para iniciar el cambio hacia un modelo más sostenible. Educar a lo largo del sistema educativo en el ámbito de la nutrición y hábitos de vida saludables contribuiría irrefutablemente a una mejora del sistema de salud en nuestro país.
Nos encontramos ante un hecho paradójico, tal y como sucede con el debatido tema de la epidemia de obesidad y diabetes a nivel mundial: es ampliamente conocido el problema desde hace años, se ha invertido en campañas de concienciación y programas al respecto, pero sigue perpetuándose. ¿Nadie se plantea por qué fallan esas estrategias? ¿No sería mucho más sencillo, y sin duda económico, invertir en formación desde la escuela, a lo largo de todo el ciclo formativo de nuestros estudiantes?
Si somos capaces de formar a nuestros hijos y generaciones futuras en este ámbito, conseguiremos una sociedad más concienciada y que asumirá como propia la responsabilidad sobre su salud. Resulta muy chocante para quienes trabajamos en este sector a nivel de formación, observar que la mayoría de la población de nuestro país considera que la responsabilidad de su estado de salud es del sistema sanitario. Cabe recordar que los pacientes crónicos, en la actualidad, consumen el 70 por ciento del presupuesto sanitario. Es necesario, por tanto, reivindicar la formación como instrumento para mejorar la sociedad.
Decía Paracelso (1493-1591):
“Quien no conoce nada, no ama nada…Pero quien comprende también ama, observa, ve… Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor…”.
Empecemos a formarnos para conocer y conozcamos para ser mejores como sociedad.
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